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Instalados en una casona de labradores, que data del siglo XVIII, rehabilitada con las técnicas y materiales tradicionales y cuya arquitectura contrasta con una decoración y mobiliario de diseño vanguardista.
El establecimiento, clasificado como Hotel Rural de categoría superior (tres hojas de roble), cuenta exclusivamente con tres espléndidas habitaciones provistas de servicios telefónico, telemático y Tv, y en la planta baja se encuentra el restaurante para cuarenta plazas con una reducida carta de esmerada calidad.Habitación nº 11: Con una superficie de treinta metros, se encuentra en la planta primera del hotel y a ella se accede desde la sala de estar. Posee tres grandes balcones, orientado uno a poniente frente a la torre y ábside de la iglesia del pueblo, los otros se abren a una plazuela al norte. De muros de piedra y techo de bovedillas, está dispuesta para el uso de dos personas, con posibilidad de adicionar una cama supletoria. El cuarto de baño, escritorio y gabinete se ubican a la entrada y el dormitorio al fondo.
Habitación nº 12 : Tiene su entrada desde una original y pequeña escalera de tres peldaños que arranca en la sala de estar de la primera planta. Su superficie es de cuarenta metros, dispuestos en dos alturas que se salvan con dos escalones. Está abuhardillada y sus cuatro ventanales, orientados al este, dan al patio del hotel; con dos espacios completamente diferenciados, el primero destinado a gabinete y el siguiente a dormitorio(para dos personas) y cuarto de baño, que reciben también luz cenital a través de dos singulares buhardillones. Entre los muebles del gabinete hay un sofá convertible en cama.
Habitación nº 21: Se entra a ella desde la biblioteca del hotel y tiene una superficie de treinta metros en la segunda planta. Posee altos techos abuhardillados, en los que se abren dos claraboyas, una sobre el dormitorio y la otra en la sala de baño, que separa el gabinete del dormitorio, preparado éste para dos personas con posibilidad de adicionar una cama supletoria. Desde sus dos balcones, en el dormitorio y en el gabinete, se ven los campos que rodean el caserío.
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La biblioteca alberga obras de diferentes géneros literarios: novela, poesía, ensayo de autores clásicos y modernos, historia, geografía, arte, diccionarios y enciclopedias, además de diversas colecciones de revistas dedicadas a la naturaleza, a la gastronomía y al turismo.
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La cueva está dedicada a reservado del restaurante. Un lugar mágico donde celebrar cenas románticas, pedidas, y en definitiva todo los que nuestros clientes quieran.
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En nuestro restaurante se sirven los platos tradicionales de la cocina castellana y madrileña, con una cuidadosa selección de productos de la tierra, acordes con la variedad y exigencias de la dieta mediterránea en su modalidad renovada. Elaboramos algunas especialidades de cocina búlgara o de síntesis entre ésta y la española.
Podrá saborear un buen jamón, caldos, ensaladas, croquetas, pistos, potajes y guisos de carne o caza en su época, con postres caseros y la seguridad de encontrar siempre alguna novedad propia del tiempo.
Entre los vinos, los españoles más prestigiosos con especial presencia de los vinos de Madrid. También se pueden degustar orujos, aguardientes y licores muy singulares.
En el bar tenemos pinchos, tapas y canapés, con toda clase de bebidas e infusiones.
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